En grupitos de 4 o 5 niños, y presentados como se merecen por mí, micrófono en mano, han recitado las dos poesías del invierno, con aplausos y reverencias.
Así pasaban de concursantes a espectadores, a escuchar, a respetar .
Lo han hecho muy bien, aunque en algún momento he tenido que activar el botón del volumen para que se les oyera bien!! Al final premios para todos.
LLevamos mucho tiempo esperando ver la nieve, y como todavía no ha nevado, hemos ambientado la clase con sus creaciones de muñecos blancos...
Ya llegará el día en que podamos hacerlos en el patio.
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